(continuación)
Los hombres
que hicieron posible esta magnífica realidad de hoy, con su visión, su
sacrificio y su esfuerzo personal, merecen el recuerdo emocionado de todos los
aficionados a este juego noble y apasionante, que ha tenido la enorme virtud de
canalizar muchas voluntades, que de otra manera tal vez hubiesen puesto su
entusiasmo al servicio de otra causa menos recomendable.
Los nombres de
sus iniciadores son éstos: J. Badaracco, F. Rodríguez, L. Mollina Carranza, J.
Lynch, Benito H. Villegas, R. E. Giménez y A. Waugh. Los 24 socios fundadores,
cuya firma está en el acta del 17 de abril de 1905, son los siguientes: Emilio
Carranza, primer presidente del club; Joaquín Pérez Mendoza, Alberto Daroqui,
Lisardo Molina Carranza, Benito H. Villegas, Augusto Leubardtson, Fermín
Rodríguez, Carlos Malagarriga, Alejandro Waugh, José María Coronell, José
Ripoll, A. García Santos, A. E. Bach, José F. Badaracco, José Ojeda, Eugenio
Lartigán, Conrado Weisel, H. Coupe, Ernesto R. Meyer, Hugo Kramp, Diego
Fernández, E.G. Sooville, Ricardo Giménez y Julio A. Lynch.
En momentos de
cumplir sus cincuenta años de vida el Club Argentino de Ajedrez realiza un
nuevo e importante certamen que lleva el nombre de Gran Torneo Internacional de
Ajedrez Presidente Perón, en conmemoración de las bodas de oro de la entidad,
que cuenta con la participación de grandes valores del ajedrez mundial.
DE
JAQUE EN JAQUE Y
CON
LA CASA A CUESTAS
Como
todas las entidades deportivas, el Club Argentino de Ajedrez debió luchar
especialmente en sus primeros años de vida, con los inconvenientes originados
por diversos factores coincidentes, a los que casi nunca fue ajeno lo
económico. Pero para llegar a lo que es hoy, el club pasó sucesivamente por
estas etapas que van amojonando su existencia:
Se fundó en
los altos del café Luzio, en San Martín y Bartolomé Mitre, donde se realizó la
primera asamblea y se dio nombre a la institución. Pero la primera casa formal
recién se logró inaugurar el 22 de mayo de ese mismo año 1905 y estaba en la
calle Bartolomé Mitre.
Segundo local:
Fue en una casa que había sido ocupada por la Sociedad Rural, que dejó en
donación al club unos cómodos sillones que aún se usan…Esa casa estaba en
Cangallo 833, en donde fueron el 24 de agosto de 1905. De allí, después, los
echó el progreso: la apertura de la Diagonal Roque Sáenz Peña.
Tercer local:
Carlos Pellegrini 449. Allí pagaban 1.200 pesos mensuales de alquiler. Fue
donde se jugó la famosa serie entre Alekhine y Capablanca, una de las etapas más
brillantes del club. Inauguraron ese local en 1926.
Cuarto local:
Cangallo 1448, en 1929.
Quinto local: Maipú
628, en una casa que había sido de la esposa del doctor Carlos Pellegrini.
Estuvieron hasta 1933.
Sexto local:
Avenida de Mayo 1411, en 1936.
Séptimo local:
Bartolomé Mitre 2152 desde diciembre de 1938 hasta septiembre de 1941.
Octavo local:
Santa Fe 1292, y allí estuvo el club hasta junio de 1946.
Noveno local:
Arenales 1624, hasta mayo de 1948.
Y décimo
local: es el actual, en Paraguay 1858, primera casa propia del club, adquirida
con un subsidio por ley nacional.
Esta casa, de
cuatro pisos, reúne todas las condiciones para un club de ajedrez tan
importante como el Argentino. Cubre perfectamente sus necesidades…actuales.
Pero cuando comience a quedarles chica, ya arbitrarán sus autoridades los
medios necesarios para seguir el camino hacia adelante, como lo han hecho
durante medio siglo. Seguirán, si es necesario, peregrinando por la ciudad,
siempre al ritmo del progreso, de las necesidades, de las inquietudes que
animan a los hombres del ajedrez. Pero la máxima aspiración de sus hombres fue
siempre la casa propia. Y ya la tienen…Se terminaron los jaques…
CURIOSIDADES
En cincuenta
años de vida activa el Club Argentino de Ajedrez vio desfilar por sus registros
nombres de gran significación en las distintas actividades de la historia del
país. Músicos, poetas, escritores, médicos, científicos, ingenieros, políticos,
deportistas; en fin: personalidades de todas las esferas han sido asociados, en
distintas épocas, de la entidad decana de nuestro ajedrez. Una charla con viejos
asociados del club, de hombres que son un poco la historia viviente del
Argentino, nos permite ir anotando nombres que forman distintos capítulos de la
propia historia del país.
Entre los
músicos famosos que han jugado al ajedrez en el club figuran – como si el arte
y el juego tuvieran afinidad- don Julián Aguirre, cuya muerte se produjo,
precisamente, en el club, mientras jugaba una partida de billar, al que era muy
aficionado, lo mismo que al ajedrez. También don Alberto Williams y don Edmundo
Piazzini, célebres músicos de distintas épocas, fueron activos y entusiastas
socios del club.
Entre los
poetas que más se distinguieron extraemos de la larga lista unos pocos nombres:
don Francisco Soto y Calvo, cuya fotografía, “con toda la barba”, adorna el
salón de la presidencia. Y don Carlos Obligado, padre del doctor Alberto
Obligado, también socio del Club Argentino.
Dos
intendentes municipales de la ciudad de Buenos Aires fueron asociados: Joaquín Llambías y Mariano de Vedia y Mitre.
Y tres
ministros: Leopoldo Melo, Ezequiel Ramos Mejía, primer ministro de Obras
Públicas de la Nación, y Salvador Oría.
Muchos
militares: el general Enrique Jáuregui, el general Manuel Campos, el coronel
Ezequiel Pereira, el teniente coronel Juan J. Serrato y otros.
Los
periodistas José C. Paz, Manuel Láinez, Jorge Mitre, José Ojeda y muchos más.
El historiador
Raúl a. Molina; los médicos Walter Jacob, José M. Elizalde, Enrique Corbellini,
Francisco Maraini, Carlos Querencio; los abogados Rafael Ruiz de los Llanos,
Federico Alvarez de Toledo, Alejandro Raíces, Juan Carlos Cruz, José Saravia.
En 1910, un
obispo y diputado nacional, monseñor Gregorio Romero, fue socio del club y
apasionado ajedrecista, lo mismo que don Agustín Drago, cuyo prestigio de
ajedrecista venía desde el Club del Progreso, y don Miguel Angel Gelly, hijo
del general Gelly.
El
representante diplomático de Cuba, don Manuel Márquez Sterling, fue el primer
organizador de torneos allá por 1908. Anteriormente había estado en Europa y
aqui ofreció conferencia y charlas sobre ajedrez.
También fue frecuente
huésped del club Félix Bocayuva, hijo de don Quintino, que daba conferencias
sobre temas relacionados con el juego. Y fueron también asistentes al club los
generales Campos y Capdevila, jefes contrarios de los bandos que lucharon en la
revolución del 90. Cuentan los viejos asociados que el general Campos era muy resuelto: avanzaba
siempre, sin retroceder jamás. Algunas veces un movimiento hacia atrás de un
caballo, un alfil o una torre podía salvar una partida. Pero el general Campos
decía:
-
¡No! ¡Siempre adelante!
Y perdía.
El doctor
Alekhine y el simpático gordo Roberto Grau,
una de las grandes figuras de
nuestro tablero,
con los pequeños aficionados vencedores de un campeonato
infantil.
Alekhine entregó los premios.
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Tres figuras
históricas del ajedrez:
juegan Roberto Grau y Benito H. Villegas,
ante la
presencia del doctor Tartakower,
que fue un gran amigo de nuestros
ajedrecistas.
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