10/1/20

Cuando los maestros de ajedrez se rinden

Luego de la derrota en una partida de ajedrez, las normas de la buena educación y corrección deportiva, se acepta el triunfo del rival estrechando cordialmente su mano.
Por ejemplo, Euwe, elogiaba y sonreía al rival luego de ser derrotado. Rubinstein, en cambio, tenía una postura más severa, pero saludaba de manera correcta.
Muchos maestros actuales, se saludan con un leve toque de manos sin mirarse, y suelen alejarse apuradamente en silencio, fuera cual fuese el resultado.
Rara vez, algún maestro se deja dar deliberadamente mate como una especie de felicitación al rival por su buen juego.

Sin embargo, son muy conocidos otros casos de rendiciones poco convencionales:

 Nimzowitch, enfurecido al perder en la última ronda en un torneo, se subió se a una mesa y gritó a toda voz: “¡Por qué tenía que perder con este idiota!” (Gegendiesen Idioten muss ich verlieren!).

Cuando David Janowsky tenía que resignar algún juego calificaba de chapucero a su oponente y se quejaba de que los organizadores invitara a gente cuyo "deficiente" modo de jugar hacía enfermar a un verdadero maestro.

Por su parte, el maestro austriaco Spielmann, al arribar al punto crítico de la capitulación, mostraba un gran disgusto con muecas desabridas, cerrando los ojos y agitando violentamente la cabeza hasta que tumbaba y alejaba de sí las piezas como si estuvieran envenenadas.

Para abandonar una partida, Grunfeld paraba el reloj, se levantaba del tablero y salía en silencio sin mirar a su contrincante.

En cierta ocasión, durante el Torneo de Viena de 1922, Alekhine al comprobar la fuerza decisiva de la “jugada secreta” de su oponente Grunfeld tomó su propio Rey y lo lanzó violentamente a través de la sala de juego.

El jugador Hans Mueller selló su jugada secreta con la palabra "Abandono", en el Torneo de Kecskemet del año 1927.

En una posición perdida contra Steinitz, von Bardeleben se retiró si decir palabra para perder por tiempo (Hastings  1895).

Capablanca envió a Alekhine una carta que reconocía su derrota y lo felicitaba por ser el nuevo Campeón Mundial.