Los aficionados, en general, siempre han evidenciado un interés especial por !os aspectos espectaculares del ajedrez. Donde mejor se aprecia este interés, en lo espectacular, es en la larga historia del ajedrez "A LA CIEGA".
Era antes opinión corriente que todo gran jugador de ajedrez poseía una gran memoria para poder jugar varias partidas simultáneas, incluso a "ciegas"; pero los estudios psicotécnicos no han confirmado estas suposiciones y, en cambio, han revelado otras condiciones complejas propias de todo gran maestro de ajedrez.
Resulta, pues, que no existe un talento especial para el ajedrez, como se creía antes, sino que lo esencial en el jugador del ajedrez es la predilección y capacidad para el pensamiento abstracto, formal y objetivo, que le hace preferir lo general a los detalles y preocuparse de enfocar lo especial desde un punto de vista general, en lo que se parece al matemático. Sin embargo, mientras el matemático aplica su pensamiento formal a los problemas y temas abstractos, el jugador de ajedrez lo aplica a temas concretos, pues la partida de ajedrez es una lucha vitalmente dramática.
Los principales casos registrados de Ajedrecistas a la Ciega hasta el siglo XVIII
Los primeros jugadores registrados en el juego "A CIEGAS" datan a partir del siglo IX:
SAID SEN YUGAIR AL KUFI (siglo IX). También jugaron de este modo AL-SULLI y casi todos los buenos jugadores árabes de los siglos IX y X.
Otro caso registrado del juego "A CIEGAS", ocurrió por el año 970 (siglo X), cuando el griego JOSEPH TECHELEBI, sorprendía a los ajedrecistas de Tripón para jugar, y triunfar, sin ver el tablero. Techelebi, extendió su reputación por varios países. Es lamentable que no se conserven partidas suyas.
Ajedrecistas del siglo XIII, como AL-SAGALO, AL-YAHUDI, e IBN AL-NUMAN, probablemente españoles, se destacaron en esta modalidad de juego.
En 1265, un famoso jugador sarraceno llamado BUZZECCIA , fue invitado a visitar la ciudad de Florencia como huésped del Conde Popoli y maravilló a un numeroso grupo de amigos al jugar simultáneamente contra tres de los más fuertes jugadores italianos de aquel entonces.
Dos de estas partidas fueron conducidas por Buzzeccia sin ver el tablero, mientras que la tercera la jugó de la manera usual. El sarraceno demostró la verdad de su reputación, venciendo en dos partidas y entablando la tercera ante la sorpresa y admiración de los asistentes. Tampoco se conservan partidas de Buzzeccia.
CARRERA , en su obra de 1617 (Militello, Sicilia), menciona como destacados trebejistas sin ver el tablero a: MANGRIOUNI, de Florencia; ZERONE, MEDRANO, los famosos RUY LOPEZ, LEONARDO DE CUTRI, PABLO BOI y el jesuita italiano SACCHERI.
También fue notable en este aspecto el jugador palermitano BLASCO ISFRAM , Barón de Siculiano.
En cambio, LEGALL DE KERMEUR (1702-1792) sólo jugó una partida en su vida "a la ciega", lo cual le supuso un gran esfuerzo a pesar de ayudarse con un tablero sin piezas. Este fuerte jugador francés, tal vez el mejor del mundo a mediados del siglo XVIII, y conocido por el famoso mate que lleva su nombre, fue además el maestro de François André Danican , o Philidor (1726-1795).
En los tiempos modernos, el fundador del arte de jugar fue PHILIDOR , en 1782. Para asombro de todo el mundo, descubrió cómo jugar "a la ciega". Este hecho fue catalogado en Francia casi como un milagro y los testigos daban constancia ante notario para que no hubiera duda de que estaba ocurriendo algo increíble.
Un cronista contemporáneo escribió: "Es un fenómeno de la humanidad que debe ser atesorado entre los mejores que muestran lo que significa una excelente memoria". El mismo escritor consideraba que "la habilidad de fijar en la mente los planes enteros de tres partidas a la vez es un punto del cual no puede ir más allá la mente humana".