7/8/18

GUIMARD CONOCE A MARÍA ELENA

Guimard, Campeón Argentino
Corre el año 1937, y Guimard en París contempla una mesa del famoso Café La Regence, en la cual jugaba al ajedrez Napoleón. En ese instante se acerca Alekhine, muy jovial. Ambos se saludan alegremente…
-Maestro Alexander ¿Qué le ha pasado? Lo encuentro más joven ¿A qué se debe el cambio?
Responde Alekhine con ojos iluminados.
-¡A María Elena! No saben ustedes lo que María Elena está haciendo por mí…Gracias a ella me siento como si hubiera nacido de nuevo, y gracias a María Elena volveré a enfrentarme con el Doctor Euwe.
-¿Tanto hizo ella por usted, maestro?
-Lo increíble. Vengan a casa y tendré el gran placer de que la conozcan.

Alekhine, Campeón Mundial
Guimard y sus acompañantes están emocionados por la invitación del maestro. Alekhine acaba de pasar por un violentísimo temporal…sentimental. Se ha divorciado, y completamente deprimido, tuvo que enfrentar a Euwe, quien le batió en un dramático match. Con el transcurrir de los meses, el sufrimiento cede y el maestro termina casándose otra vez, suceso que parece rejuvenecerlo 20 años. Cuando Guimard y sus amigos llegan a la casa de Alekhine, donde éste le muestra las salas, obras de arte y cuando llegan a la cocina, alguien le recuerda:
-Todo esto es magnífico maestro, pero usted nos prometió presentarnos a la responsable de su rejuvenecimiento, a su resurrección…
-¡Allá vamos, queridos amigos!

Responde Alekhine, que acto seguido abre una puerta de la cocina, y agrega:
-Aquí tienen a María Elena. ¡Gracias a ella, Alekhine ha vuelto a ser lo que era!



Indescriptible estupor de los visitantes. La responsable resultó ser…¡una vaca!
La leche recién ordeñada constituía el alimento dilecto, y días después “el hombre de la vaca” derrotaba a Euwe de manera estupenda...
Queda el interrogante:
¿Realmente María Elena contribuyó al renacimiento de Alekhine?


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