21/4/14

OTRA VUELTA DE TUERCA AL "TURCO", EL AUTÓMATA

DECODIFICANDO “MAGIA DECODIFICADA”: "EL TURCO"
Introducción.
Se ha escrito mucho sobre el autómata del siglo XVIII llamado “El Turco”, conocido como la primera “Máquina de Ajedrez”. Desde aquella época hasta el presente, se ha asegurado que “evidentemente” un buen ajedrecista escondido en el interior del artefacto ejecutaba los excelentes movimientos que vencían a casi todos sus adversarios.
Sin embargo, el autor de estas líneas sostiene que en aquella época era posible crear la ilusión de un autómata ajedrecista, activando únicamente su mecanismo y sin ajedrecistas escondidos; pero bajo ciertas condiciones. La clave de esta deducción provino luego de ver un episodio de History Channel denominado “Magia Decodificada”, Capítulo 1.   
 
Breve repaso de su historia
 
El Turco por dentro
El Turco fue construido en 1769 por el ingeniero austríaco Wolfang von Kempelen, y afirmaba que era capaz de vencer a cualquier ser humano en ajedrez. Estaba formado por una cabina de madera de 120 cm de largo por 60 cm de profundidad y 90 cm de alto, dentro de la cual se podían observar una especie de maquinaria; además, un maniquí móvil estaba sentado en ella, vestido con caftán, fez y turbante frente a un tablero con los trebejos.
 
 
 
 
 
Napoleón vs El Turco, con humor
El autómata fue exhibido por primera vez en el año 1770, en la corte de la emperatriz María Teresa de Austria, causando una gran sensación al ganar una partida en pocos minutos contra uno de los numerosos invitados. Posteriormente realizó una gira por Europa durante la década de 1780 que lo popularizó e hizo correr ríos de tinta. Ilustres personajes fueron implacablemente vencidos por el Turco: algunos de la Alta Nobleza, Benjamín Franklin y Napoleón Bonaparte, entre otros.  
 
Cómo podía esconderse alguien, según Poe
Von Kempelen y sus posteriores dueños jamás revelaron los secretos del funcionamiento de este artefacto. Muchos trataron de descubrir de qué manera un jugador podía esconderse y activar el mecanismo; suponían que un niño, un hombre sin piernas…¡y hasta un mono! podían ser los operadores. El gran Edgar Allan Poe fue el que tal vez haya descubierto con su agudo ingenio la manera en la cual podía esconderse un ajedrecista dentro del autómata.
Otras fuentes afirman  que el último ajedrecista que ocupó el autómata fue William Schlumberger, un hombre gordo, que en una ocasión quedó atrapado en la caja y, al pedir ayuda desesperadamente, desenmascaró el secreto del Turco. Luego de muchas exhibiciones en Europa y en América fue donado a un museo de Filadelfia (EEUU) donde, finalmente, un incendio acabó con toda esta entrañable historia pocos años después. Habían pasado 85 años desde la creación de “El Turco”.
 Vuelta de tuerca a la “Máquina de Ajedrez”
 
El Turco reconstruido
Ahora se agrega un nuevo capítulo a esta historia: En el primer episodio televisivo de “La Magia Decodificada”, (History Channel), hay un segmento dedicado al famoso autómata. Aquí se relata un resumen de su origen y funcionamiento bajo una música de fondo que le da un clima misterioso a la narración, reforzado con el testimonio de dos expertos. Luego se presenta al “Ilusionista” (o “Illusion Builder”) John Gaughan, que reconstruyó al Turco hace unos años en EEUU, y que según él es capaz de vencer a un Maestro de ajedrez, sin intervención de ajedrecistas escondidos.
 
 
Ahora empieza el engaño al televidente, contrariando el título de la serie (en castellano al menos), donde en vez de revelar los secretos de la “magia”, le agrega más misterio, aunque de manera artificiosa.
Así presentan los hechos (que se discutirán luego):

El Turco II vs el MI Matikozyan
a) Se organiza un encuentro entre el autómata y un "Gran Maestro", ante unos espectadores. Primero el Ilusionista demuestra al público que no hay una persona escondida dentro de la máquina abriendo todas las compuertas.
 
 
 
Libro de Problemas de Ajedrez
b) A continuación se presenta al Maestro Andranik Matikozyan y el Ilusionista le indica que elija cualquiera de las 250 posiciones de un libro de ajedrez. El narrador justifica este hecho afirmando que: “…El ajedrez es un juego de estrategia; una de las más grandes pruebas de destreza es comenzar un juego en el medio con una situación ya desarrollándose. Esto se llama un ‘juego final’…” 
c) Luego el Maestro dispone las piezas de la posición elegida al azar, el Ilusionista acciona una palanca activando el mecanismo y le “…da vida al Turco…” (según las palabras del narrador).
La posición es la siguiente, indicada tanto en sistema algebraico como en el descriptivo:
Blancas: Ra5, Db6, Ta2, Ca4. Negras (o Rojas aquí): Ra8, Tg6, Tc8, Ah1, Af4, Ce5. (En sistema Algebraico).
Blancas: R5TD, D6CD, T2TD, C4TD. Negras: R1TD, T3CR, T1AD, A8TR, A5AR, C4R. (En sistema Descriptivo)
 
El Turco juega primero, con blancas, su Caballo a la casilla c5 (o 5AD); es decir 1.Cc5 (o C5A).
Además de desplazar el brazo para ejecutar su movida, el autómata mueve la cabeza y los ojos creando la ilusión de intimidar al rival y sorprender a la audiencia. A continuación el Maestro, con rojas (en adelante negras), captura la Dama con una de sus Torres que es la mejor defensa; es decir 1…Txb6 (o 1…TxD).
Continúa la siguiente secuencia: 2.Rxb6+ Rb8 3.Ca6+ Ra8 4.Cc7+ Rb8 5.Ta8+ Axa8 6.Ca6 jaque mate (o mate)
(En notación descriptiva 2.RXD+ R1C 3.C6T+ R1T 4. C7A+ R1C 5.T8T+ AXT 6.C6T mate)   
Comienzo de la "partida"
Final de la "partida"
 
 

Termina con un bonito jaque mate
d) El Ilusionista y dueño del autómata manifiesta con un orgullo mal disimulado: “Y esto es un jaque mate”. El público aplaude con entusiasmo, ante el asombro del Maestro.
Pues bien, la ilusión que muestran es que un artefacto mecánico ha vencido a un verdadero Maestro de ajedrez; el Ilusionista se niega revelar sus secretos y todo queda como un caso no cerrado...
 
Decodificando “Magia Decodificada”
Lo visto en este episodio confirma la hipótesis de que el autómata podía “jugar” al ajedrez, pero en realidad es una apariencia o "ilusión". En primer lugar, esta máquina sólo puede jugar ciertas posiciones ganadoras: se colocan las piezas de tal manera que luego de movimientos forzados se llegan al mate. Muy similar a poner datos aritméticos a una calculadora mecánica, y luego de activarse el mecanismo solo sigue los pasos directos que llevan al resultado exacto, que en este caso es el jaque mate. En palabras de Poe “es una  sucesión de pasos  infalibles que  no pueden cambiar  ni  ser objeto de modificación. Admitido  esto, podemos fácilmente concebir la posibilidad de construir una pieza de mecanismo que tomando su punto de partida en  los datos de  la cuestión que hay que  resolver, continuará  sus movimientos regulares, progresiva e  inevitablemente, hacia  la solución requerida…”, refiriéndose a una calculadora mecánica; pero es que “El Turco” funciona de la misma manera, con el detalle original de que funciona con ayuda del mismo rival, que cada vez que realiza su jugada va completando alternadamente los pasos hacia el inevitable final. Como una especial caja de música que se detiene y se activa sucesivamente. De esta manera, se crea la ilusión de que el autómata “jugaba” ajedrez; en realidad ejecuta movimientos previamente automatizados por su creador, de una colección de movimientos “preprogramados” (como finales de partida o algún medio juego con ventaja ganadora).
Indagando sobre los hechos antes mencionados en cuatro partes:
Parte a: Se arma un falso enfrentamiento entre un supuesto "Gran Maestro" (no lo es por ser Maestro Internacional, un título inferior aunque respetable)  y el “Turco II” (en adelante Turco) operado por el “Ilusionista”, quien muestra al público el interior del artefacto, con el ánimo de crear el clima adecuado. Tal vez imite la presentación que realizaba von Kempelen, y esta recreación del Turco es muy comparable a los grabados antiguos; forma parte del espectáculo para acentuar la ilusión. No hay objeciones aquí.
¡Andranik es MI o IM, pero no un GM! Ver sitio oficial de la FIDE...
Parte b: En esta parte está la clave de la ilusión, pero a su vez el lamentable engaño al televidente.
Si verdaderamente el autómata juega ajedrez, debería empezarse desde la posición inicial, donde el resultado es incierto, y no desde ciertas posiciones arbitrarias, en las cuales el resultado ya es definitivo. Pero se engaña al televidente con la falsa idea que “…El ajedrez es un juego de estrategia; una de las más grandes pruebas de destreza es comenzar un juego en el medio con una situación ya desarrollándose. Esto se llama un ‘juego final’…” 
Primero que no es lo mismo comenzar un juego empezado,  que desde el principio. El Maestro no tuvo oportunidad de crear la posición del medio juego impuesto y está obligado a jugar en una posición perdida para él. Además  se confunden los términos ‘medio juego’ y ‘juego final’ que son dos partes distintas en una partida de ajedrez. Demos la ventaja de que el Maestro haya seleccionado realmente al azar una de las 250 posiciones finales del libro de ajedrez propuesto, con la opción de que haya “elegido” una posición previamente acordada con el ilusionista para ahorrarse el armado de 250 secuencias mecánicas. El resultado de la ilusión es la misma, aunque me inclino por la última opción por ser más operable.  Esto ya representaría un escenario preparado de antemano, con la colaboración voluntaria del Maestro que simula estar frente a un desafío, pero que en realidad es una actuación bien ensayada.
El programa televisivo NO aclara esta importante cuestión, que sería justamente el motivo de estos episodios: decodificar la magia.  
 
Parte c:
Juegan las blancas y ganan (mate en 6)
Colocan una posición de Juegan las Blancas y dan Mate en 6 Jugadas, por supuesto favorable al “Turco”; la única movida ganadora es 1.Cc5 (1.C5AD), que puede comprobarse con un programa de ajedrez para computadoras. Ahora las negras pueden responder de muchas maneras, donde suceden mates en 3 movimientos; y la única defensa para demorar el mate es, 1…Txb6 (1…TxD). Precisamente ésta es la jugada que ejecuta el Maestro, porque supuestamente siempre debe realizar la mejor movida, pero… ¿Qué hubiese pasado si el Maestro no capturaba la Dama con su Torre y realizaba otra defensa más débil?
 
 
Esto sí que da para especular. En el peor de los casos, el autómata jugaría ¡Rey Blanco por Dama Blanca! (Jugada claramente ilegal), ya que estaría preparado para desplazar la pieza ubicada en la casilla b6 (6CD) y ubicar el rey, dándose por descontado que su rival haya jugado Torre por Dama. Si este desliz hubiera ocurrido se resolvería el misterio: el “Turco” realiza movimientos previamente preparados de forma mecánica, es decir, actúa como un autómata común.
En el mejor de los casos, el Ilusionista debe tener programado de forma mecánica todas las secuencias ganadoras a las más de 40 respuestas de las negras (o rojas, se entiende) en la primera jugada defensiva. Es posible que la máquina sea capaz de jugar las decenas de variantes de mate; y hasta ser capaz de resolver todas las subvariantes de las 250 posiciones del libro; muy difícil, pero no imposible. 
Pero esto solamente serían cuestiones técnicas admisibles.  El punto es que “aceptados  ciertos  datos,  se  siguen  ciertos  resultados,  necesaria  e  inevitablemente”; funciona como un verdadero autómata, aunque complejo, que simula jugar ajedrez. Es vistoso ver al Turco mover las piezas y gesticular dando la apariencia de estar vivo; muy buen efecto. Parece moverse lentamente, por lo que las cámaras aceleran la secuencia cuando le toca jugar.
 
Parte d: Luego del bonito mate, el Maestro afirma sobre el Turco : “Parece un gran diestro maestro jugando. Es un misterio para mí. Es un jugador muy fuerte”. Es indiscutible que Matikozyan no es sincero y que es parte de la actuación. Un Maestro Internacional  sabe valorar cualquier posición de ajedrez; debió haber notado al menos que ya estaba perdido cuando le tocó jugar. No hay dilema que un Maestro aparente jugar ajedrez con un artefacto mecánico, pero arriesga su reputación con sus falsos comentarios. Sólo consigue confundir aún más al televidente incauto o lego en el juego. Matikozyan podía haber expresado que era una muy buena ilusión y estaba entusiasmado de haber participado, por ejemplo, y todo estaría bien.
 
El MI Matikozyan comenta su "derrota".
Conclusiones
Merecido reconocimiento al Turco
Se perdió una buena oportunidad para reivindicar al “Turco” original: un potencial autómata interactivo que aparentaba jugar ciertas posiciones ganadoras de ajedrez y que lo convertía en una máquina de entretenimientos única. Esto es lo que se observó en “Magia Decodificada”, al menos la versión reconstruida del Turco. Podían haber aseverado que el autómata original funcionaba con los mismos principios, que debió considerarse una hazaña tecnológica y parte de la historia de la automatización, que no era un gran misterio en realidad, etc. Pero en este episodio televisivo no lo admitieron así lamentablemente, sino todo lo contrario.
Una verdadera lástima.   
 
Ahora si se acepta que este autómata jugaba una partida desde el principio y vencía, ya “es otro cantar”, y comparto con lo que publicó Edgar A. Poe entre otros: un humano escondido jugaba por el Turco.
Entonces en realidad era: ¡Un autómata “tracción a sangre”!


Humor: ¡Un joven Bobby Fischer operando al Turco!¿Tendría un DeLorean?
Saludos y espero sus comentarios, queridos amigos.
C. PRADT

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